El salón del cómic ha evolucionado a través del tiempo, la adquisición de nuevos valores culturales y la evolución hacia otros segmentos de edad, han permitido que este tipo de espacios se conviertan en una herramienta mucho más amplia, valiosa y poderosa.

Los inicios

Los eventos de cómic llegaron a nuestro país a inicios de los años 80, principalmente provenientes de Francia. En aquellos momentos, consistían mayoritariamente en largas filas de expositores donde se vendían cómics actuales o antiguos, coloquios de especialistas del sector y algunos encuentros de aficionados. El Salón del Comic de Zaragoza, el Salón del Cómic de Barcelona o el Viñetas desde o Atlantico eran los principales referentes en España.

Comienza el cambio

Con el paso del tiempo, los consumidores de historietas ampliaron sus gustos, surgieron nuevos movimientos y el fenómeno japonés del manga fue adquiriendo cada vez más popularidad. Comenzaron a aparecer eventos que, pese a tener en su nombre el término cómic, cada vez dedicaban más protagonismo, tiempo y recursos a este género. Incluso se empezaron a realizar programas que, si bien brindaban un rincón al cómic, tomaron el manga como denominación para llegar a ese público que cada vez era el más habitual. 

A Madrid y Barcelona se sumaron otras ciudades como Granada. Además, a esto se añadía un cambio de hábito en el consumidor, pues ya no le bastaba solo con las compras, buscaba un punto de interacción, donde poder encontrarse con otras personas con las que poder compartir sus mismas aficiones. 

El público es cada vez más plural. Normalmente, quienes asistían a los salones de comics eran adultos coleccionistas, hombres en su mayoría. Sin embargo, ahora se unen nuevos participantes, desde gente joven a familias con hijos. Y en cuanto a género, se da inicio a una mayor igualdad. 

La oferta también aumenta, se hace más variada, y es que los videojuegos, los juegos de mesa, el cosplay (disfraces) y otras disciplinas tienen mayor cabida en estos lugares.

Llegan para quedarse

En la actualidad, los espacios multiculturales son los que triunfan. Son el fruto de todos los cambios que hemos vivido en estos últimos años. Se reúne todo lo que el público joven y no tan joven busca, todo tiene su lugar en estos acontecimientos.

Ahora, los referentes a nivel nacional y que han logrado perdurar en el tiempo son aquellos que han sabido ir renovándose y ofreciendo diferentes temáticas. Japan Weekend, FicZone, Salón del Manga de Alicante, Madrid Otaku, entre otros.

Las instituciones forman parte

Cada vez más instituciones son conscientes de las posibilidades que ofrecen este tipo de acciones y están involucradas en iniciativas culturales relacionadas con el mundo del cómic, del manga, etc. 

Un claro ejemplo de ello es el Museo Íbero de Jaén, que para su campaña de promoción ha fusionado su temática arqueológica con el cómic y ha lanzado un concurso con atractivos premios para aquellos jóvenes que quieran presentar sus obras. 

Se apuesta por los artistas

Los artistas emergentes son parte protagonista, y es que las zonas y actividades más frecuentadas son aquellas que se dedican a ellos. El evento de FicZone de Granada exportó a su programa este tipo de iniciativa desde la Comic Con de San Diego, el acontecimiento de esta temática más importante del mundo y donde se hacen las grandes presentaciones no sólo de comics, sino de cine y series más top. 

Así pues, gente joven que en su mayoría aún no ha terminado sus estudios de arte o que bien son autodidactas exponen sus obras y logran llegar al gran público que los visita.

Parece que esta iniciativa no se va a quedar solo en los eventos multiculturales y es que los espacios dedicados en exclusiva al cómic más importantes de nuestro país como el Festival de Cómic Europeo de Úbeda al que asisten eminencias de este arte han anunciado recientemente que contarán con una zona dedicada a los artistas noveles para esta próxima edición, lo cual parece mostrar un mayor apoyo a este colectivo de noveles artistas.  

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